La ceremonia póstuma inició cerca de las 09h00 con la misa de cuerpo presente en la iglesia San Jorge de Leonidas Plaza, y de allí hasta el traslado de los restos del gendarme, quien fue acompañado por un gran número de uniformados y de la comunidad en general, así como de la banda musical de la Policía, que ofreció un homenaje póstumo en el sepelio.  Llantos y lágrimas fueron las escenas repetidas en el cementerio, donde los familiares reclamaban, a voz en cuello, justicia por su muerte.
Castillo murió en Guayaquil el domingo 2 de enero, tras 48 horas de lucha contra la muerte.
Él fue atropellado en una colisión automovilística en Charapotó, el 31 de diciembre, cuando realizaba un operativo de tránsito vehicular. <