Datos preliminares, expresados por diversos comerciantes de distintos niveles y varias actividades del medio, sobre las expectativas y resultados de las ventas de este fin de año, en sus negocios y actividades en general, no se muestran tan optimistas ni acordes a las expectativas que cada quien había planificado y esperaba, que no es otra cosa que superar las ventas y el rendimiento en utilidades respecto a años pasados.

Ciertamente hay actividades como las automotrices que no se encuentran incursas en lo anterior, pero en lo global de los consumos, persiste lo anotado; aunque hay que esperar los cierres contables anuales, donde los resultados de meses anteriores, podrían compensar los del esperado mes de diciembre, donde el incremento salarial del décimo tercer sueldo, parece que el grueso de la población lo consumió en pagar deudas anteriores, y en menor volumen en nuevas adquisiciones; arrojando esto, lo que estamos comentando.
Varios análisis acepta este fenómeno -de comprobárselo- cuyos visos conducen solo a dudas razonables y son entre otros, considerar que durante el año transcurrido, realmente hubieron incrementos en los costos de bienes y servicios, mismos  que la población los absorbió acudiendo al menor consumo y al crédito, que ahora no solo existe bancario, sino que popularmente, a niveles hasta domésticos, es reemplazado por el  comúnmente conocido como “chulco”.
No puede dejar de ser considerada también, la falta de incremento de plazas de trabajo, debido a las pocas inversiones nacionales y extranjeras en nuevas iniciativas empresariales, las que son muy celosas respecto a la tranquilidad y seguridad que se requiere en varios aspectos, desde el político, social y financiero; los que por conocidas razones no están atravesando el mejor momento en el Ecuador.  <