Este es el caso de Rita Domínguez quien por las mañanas se dedica a realziar los que haceres domésticos y al ciudado de sus tres hijos.
De 6h30 a 10h30 es el horario de trabajo de Domínguez, quien tiene que barrer el área a partir del Banco del Fomento hasata el sector del Círculo de los Continentes.
“El trabajar por las noches, no es cosa del otro mundo ya que uno se va acostumbrando a este sistema de trabajo“ señaló la mujer.
Los plásticos, botellas y fundas son los desechos más recolectados durante su jornada de labores.
Domínguez señala que optó por este trabajo debido a que su hijo de 12 años es quien queda al cuidado de sus otros tres niños por las noches.

 Entre la tranquilidad y el peligro. Para Germán  Cuasquer la noche es uno de los horario más difíciles para un guardia de seguridad, ya que está expuesto a varios incidentes.
Por otro lado Causquer señala que la noche es un horario agradable debido  a que no existe tanto ruido, y contaminación como en las mañanas.
El frío de la noche y parte de la madrugada es el principal enemigo para este guardia, quien está a cargo de la seguridad de la Gasolinera del Sindicato de Choferes.
“En casos de robos y asaltos, el guardia es el princiapal afectado“ expresó Cuasquer, quien ha tenido que lidiar con delincuentes y borrachos.

 Noche de emergencias. Para Manuel Solórzano, auxiliar de medicina, su trabajo lo obliga a dejar a un lado los feriados y las fechas especiales, para ejercer lo que realmente le gusta.
“El primer día del 2011 lo recibí trabajando pero eso no importa ya que el verdadero sentido de mi profesión es salvar vidas“ señaló este hombre quien lleva más de 20 años trabajando en el Hospital Gustavo Domínguez.
Como auxiliar, mi misión es la de dar asistencia a los pacientes que llegan durante el turno de la noche.
Víctimas de accidentes, mujeres embrazadas son los casos de emergencias más frecuentes que se registran durante el turno de la noche. Solórzano señala que para él trabajar durante la noche o el día, es lo mismo debido que lo importante es hacer lo que a uno relamente le apasiona.

 El parque del sabor.   A partir de las cinco de la tarde, empieza la jornada de Manuel Cuaminga, un comerciante de comidas rápidas que labora en el Parque de la Juventud, lugar en el que laboran los miembros de  tres asociaciones.
Cuaminga quien vive en la Cooperativa Aquepí señala que todos los días debe trasladarse hasta su lugar de trabajo, hecho que le representa el valor de 10 dólares, por motivo de la movilización de los artefactos que necesita para preparar sus alimentos.
“A veces uno se trabaja a pérdida, ya que este lugar ya no es muy concurrido como hace varios años atrás en los que la gente venía y nos hacía el gasto“ puntualizó este comerciante.
Para él la noche se ha convertido en su fiel compañera ya que dice haberse acostumbrado al frío y la oscuridad característicos de este espacio de tiempo. El peligro no es inconvenientye para este comerciante quien asegura que en el lapso de nueve años que lleva laborando ahí no ha tenido problemas como robos o asaltos debido a los policías que recorren el lugar.
A pesar del cansancio y del sueño muchas de estas personas se han adpatado a este sistema de trabajo.
Ellos aseguran que trabajar en la noche es agradable porque no existe tanto movimiento como el que existe durante el día.