Con una bomba ubicada al pie del afluente impulsa el líquido hasta un tanque que se encuentra en el comedor, luego de que se llena el reservorio le agrega cloro porque esa agua es para beber y cocinar.
En la cabecera cantonal de Olmedo los habitantes tienen agua entubada que se extrae de pozos, y pese a que se construyó una planta de potabilización, esta no funciona porque los afluentes no proporcionan el suficiente líquido.
En el sitio El Guasmo de Junín y en otras comunidades de la zona seca como Las Chabelas, Ébano, tampoco cuentan con el servicio de agua potable. El abastecimiento se lo hace a través de tanqueros, no hay otra opción, porque el suelo en esta zona es muy árido y es imposible extraer agua.
En el sitio San Miguel de Tres Charcos de Rocafuerte tampoco tienen agua potable, las familias deben viajar largas distancias en carro para llevarla hasta el hogar. En esta zona se construyen albarradas para almacenar el agua lluvia.
Son muchas las poblaciones que no tienen acceso a agua segura. La mayoría de las familias de la zona rural siguen dependiendo de la compra del líquido a tanqueros que no siempre garantizan la salubridad.<