El condenado, identificado como Hamid, había atacado en 2005 a un hombre identificado como Davud, queriendo vengarse de sus compañeros de escuela que lo habían humillado. Pero Hamid confesó al tribunal haberse equivocado de persona.

Los ataques de venganza con ácido se han multiplicado en los últimos años en Irán. En muchos casos, se trata de ataques contra mujeres jóvenes que se niegan a casarse.