De no existir Mazar, los racionamientos pudieron ser mayores al anterior estiaje 2009-2010, declaró el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Miguel Calahorrano, tras resaltar que la energía entregada al Sistema Nacional Interconectado está actualmente al nivel normal.
"Existen suficientes reservas para cubrir la demanda de energía hasta que termine este período de falta de lluvias en la cuenca amazónica", dijo Calahorrano al inaugurar formalmente Mazar tras su puesta en funcionamiento en junio pasado.
El estiaje, que comienza en octubre, se intensifica en diciembre y termina en marzo, afecta la generación de las centrales hidroeléctricas del país, principalmente Paute, que aporta más del 35 por ciento de la energía requerida por el país.
En los últimos tres meses Paute ha bajado sus caudales hasta 10 u ocho metros cúbicos por segundo, pues "mientras en Quito y la Sierra en general tenemos mucha pluviosidad, en Paute ocurre a la inversa", señaló.

 ALTO COSTO. Según el Ministro, el anterior estiaje le costó a Ecuador alrededor de 700 millones de dólares, período en el cual el país disponía de apenas 100 gigavatios-hora de energía, mientras que hoy las reservas de agua, especialmente en Mazar, permiten contar con 800 gigavatios. <