Maria das Dores da Conceicao, una mujer brasileña de 88 años, dada por muerta y que estaba a punto de ser enterrada, dio un buen susto a los asistentes a su funeral cuando se despertó dentro de su ataúd.
“Estamos felices sabiendo que mi madre está viva, declaró una de las hijas, quien no confirmó si pondrán una demanda al hospital. <