Ella vive en el barrio El Paraíso, uno de los sectores que como Jocay, San Pedro, 15 de Septiembre y gran parte de la parroquia Manta permanecieron sin agua el fin de semana.
La razón de la escasez es la conexión de tuberías que conducirá agua potable desde la Toma Azúa hasta la estación de Colorado y de allí a Santa Martha.
Esta nueva línea de conducción es construida por la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM) a través de la compañía Eseico.
Luis Mera, jefe de agua potable de la empresa, manifestó que entre ayer y hoy toda la ciudad quedará abastecida. “Tarqui es uno de los primeros sectores donde llegará el líquido, para hoy esperamos que se abastezca todo el centro de la ciudad”, expresó.
Mera resaltó que los trabajos seguirán hasta enero, fecha en que esperan empiece a funcionar el nuevo acueducto Azúa-Colorado-Santa Martha que llevará 20 mil metros cubicos de agua más para la ciudad que por ahora recibe de ocho a 10 mil metros cúbicos.

 tanqueros. La escasez también afectó a los tanqueros que laboran en la toma Azúa y El Imperio.
Ayer Orlando Conforme, propietario de uno de estos vehículos distribuidores, se dirigía a Rocafuerte para abastecerse de agua y venderla a sus clientes que viven en la parroquia Leonidas Proaño.
Para Conforme, los más afectados son los usuarios ya que al viajar a otros cantones para traerles agua, el precio por tanque aumenta. “Normalmente cuesta 75 centavos, pero ahora tenemos que vendérsela a un dólar para poder ganar algo”, indicó.
Según la EPAM, la suspensión fue comunicada desde la semana pasada, pero Ángela Mendoza asegura no haberse enterado hasta el sábado. “Creo que deberían avisar dos semanas antes de que realicen el corte, muchas personas no tomamos previsiones, y la noticia nos tomó desprevenidos a todos los vecinos”, señaló.
Ella tuvo que acudir a un vecino y llevar un tanque con agua en una carreta, solo de esta manera llenó los bidones vacíos de su casa.