PORTOVIEJO Accidentes dejan secuelas de dolor y sed de justicia
El 28 de agosto, Luís Barreto Quiroz, de aproximadamente cuarenta años, salió de su domicilio ubicado en la calle Nueva y Reales Tamarindos, con el propósito de comprar medicinas para su esposa. Fue atropellado por un vehículo.
De regreso a casa caminaba por la acera cuando una camioneta conducida por Jenny González lo atropelló, causándole graves lesiones, según las declaraciones que hizo su esposa, Narcisa Párraga. Por algunos meses el atropellado pasó asilado en la sala de terapia intensiva del hospital del Seguro hasta que el especialista le dijo a sus familiares que el caso era perdido. Barreto fue llevado a su vivienda donde falleció el diez de noviembre.
Desde entonces la vida de sus hijas y de su esposa no ha vuelto a ser la misma, no sólo porque tienen que vivir con la pena de que un ser querido, y a la vez sostén del hogar, no estará más con ellas, sino porque quedaron endeudadas.
Narcisa asegura que ya perdió la cuenta de las veces que ha visitado la Fiscalía para exigirle al fiscal Byron Bello que agilite el proceso contra la responsable del accidente, sin embargo el trámite se sigue dilatando.
La viuda afirma que la mujer que atropelló a su marido, ni siquiera tuvo la cortesía de acercársele y ofrecerle la ayuda para los gastos mortuorios; y exigirle por el lado de la justicia cada vez se le hace más difícil.
Imprudencia
Párraga recordó que, el día de los hechos, González conducía con un bebé en brazos, y al no poder controlar una acción del niño perdió el control de la camioneta, de placa MBL-352, subiéndose a la acera y atropellando a Barreto. Este es uno de los casos de accidentes de tránsito en que, según los afectados, los choferes eluden sus responsabilidades dejando una secuela de dolor en los familiares de las víctimas.