Desde hace varios años Jacinto Antonio Herrera vivía en la casa de una hermana, en la lotización Cevallos Andrade, y la noche del sábado se fue con varios amigos a disfrutar de un bingo que se iba a desarrollar cerca de ahí. Pasada la media noche fue asesinado con un impacto de cartuchera en el pecho, supuestamente por un guardia que lo descubrió robando en el interior de una tienda.
Gregorio Zambrano, cuñado de la víctima, manifestó que a eso de las 00h30 un amigo le avisó que Herrera había sido disparado, y cuando llegó al lugar lo encontró ensangrentado y sin vida en la calle, por lo que trasladó su cuerpo a la casa para velarlo.
Entonces llegó la policía con la intención de retirar el cuerpo y llevarlo a la morgue, pero Zambrano se negó porque no tenían dinero para pagar la autopsia.
Al preguntársele sobre las circunstancias del crimen, Gregorio Zambrano dijo que sólo tenía referencia que quien disparó a su cuñado fue un guardia del sector.
Esa versión también la tiene la Policía Judicial de El Carmen, pero según el parte policial, a Jacinto Herrera le dispararon porque lo descubrieron ingresando a una tienda con la intención de robar.
En el Comando de la Policía informaron que Herrera había intentado robar en el establecimiento y un guardián de apellido Marquínez había realizado los disparos y posteriormente se dio a la fuga. <