Cuenta que cerca de las 08h30 del un jueves, fue a sacar un dinero al banco de Pichincha, ubicado en las calles Olmedo y Bolívar, cuando no se percató de lo que estaba pasando.
“Llevaba a mi hijo en brazos, no tuve que hacer colas ni noté nada extraño”, dice la mujer.
Señala que sacó 5 mil dólares de su cuenta, porque necesitaba para remodelar su casa y ponerse un negocio. Cuando salió del Banco no notó nada extraño, caminó varias cuadras y se estacionó en la calle Rocafuerte y 10 de Agosto. Ahí esperaba a su esposo que la iba a recoger. De repente dos hombres que se movilizaban en una motocicleta le dijeron “dame los 5 mil dólares que tienes en la cartera”, mientras la apuntaban con un arma de fuego.
Ella se los dio y empezó a llorar. Entre el 5% y 10% de denuncias recibidas por la Fiscalía de Manabí, responde al robo de clientes bancarios: sacapintas, según una fuente dentro de la institución.
Pero la mayoría de las denuncias no son ratificadas por los afectados y las investigaciones se trunca porque no hay la colaboración ciudadana.
María (una mujer que no dio su nombre por temor a represalia) cree que dentro de las entidades bancarias hay cómplicidad con los sacapintas.
"Como saben que uno lleva tal cantidad de dinero", se preguntó la mujer que se dedica al comercio.
Varios expertos en temas de seguridad aseguran que los sacapintas ya no "trabajan" solo sino en grupos y se movilizan en varios vehículos, sean carros o motos. También que tienen la facilidad de hablar por teléfono dentro de las entidades bancarias y observar con facilidad si un cliente saca una buena cantidad de dinero.
“El término sacapintas  no está definido de esta manera en el Código Penal. Se lo considera, más bien, como robo agravado y la sentencia puede ser de 3 a 5 años”, dijo el abogado Galo Fuentes, quien ejerce su profesión en la ciudad.

Sin colaboración. La Policía Judicial asegura no recibir la colaboración requerida en las agencias de bancos.
Otro de los perjudicados es Evelio G. Asegura que fue a sacar de un banco 1200 dólares. “Miré para todos los lados y no vi nada ni a nadie extraño, tomé un taxi y antes de llegar a mi casa fui interceptado por tres hombres que viajaban en otro vehículo y se me llevaron la plata”, comentó.
Según Evelio, hay personas que trabajan en el banco y que en muchas ocasiones son los que le dan la información a los ladrones para que hagan sus fechorías.
Los expertos recomiendan a las personas, en estas fiestas, siempren anden acompañadas y que si van a retirar una fuerte cantidad de dinero, pidan ayuda al 101 para que un Policía le dé seguridad.<