Hace varios meses hice alusión de los trabajos que realizó la administración pasada de la pobre y rica Junta de Recursos Hidráulicos dirigida por Jorge Mórtola Valero.

A la salida del mencionado funcionario la institución no ha cambiado en lo absoluto, ya que el único compromiso era de abastecer del líquido vital como de alcantarillado y de resolverlos en los plazos dados por el funcionario en mención; los problemas se siguen dando, la escasez de  agua persiste. Por ello existe intranquilidad en los sectores populares que esperaban las obras de la administración pasada.
Lo cierto es que nada se ha dicho de los contratos como tampoco de los despilfarros de tantos recursos económicos asignados por el estado a la institución; y de los organismos de control tampoco. Si tuvieran la molestia de leer lo establecido en el Art. 212, literal 1, de la Constitución de la República, la misma que contempla el Control Administrativo y del Control Interno de las entidades del sector público que manejan recursos económicos.
Hay un silencio total, nadie quiere hablar ni decir algo de la administración pasada, por la que la única fuente de moralidad esta latente en este contexto de investigación al que me he referido, en la que creo que todo proyecto que se realice es en base a una planificación técnica y las recomendaciones respectivas de los organismos de control. Hubo muchas reacciones de inconformidad de los trabajos que se hicieron que no garantizan su durabilidad, también hago mención de la gran cantidad de contratistas improvisados, cuyo único requisito era ser guayasense del círculo rosa.
El nombramiento del representante del Ministerio de Salud fue el vaso que derramó el agua ante tantas reacciones insostenibles en la institución, hasta que por fin se tomó la posta. Eran tantos y tantos problemas que se daban en la administración pasada.  
Es  hora que los señores directivos de J.R.H busquen alternativas y las soluciones a los problemas de la escasez del líquido vital en los tres cantones del sur manabita.