Si nuestros funcionarios son eficientes, deben probar desde ahora que no van a esperar dos años más para recién ver qué se puede hacer para amortizar el valor del proyecto; y es más, si están conscientes de la importancia de dar agua a los campesinos, más que cualquiera debieran ya estar en reuniones con el MAG, con INIAP, con el INDA, con el BNF y la CFN, e incluso con los bancos que ahora son estatales para que tengan todo a punto para la generación de capacitación, de tecnología, de comercialización y básicamente de créditos que permitan generar tanto que no solo se abastezca la demanda interna, sino que la exploración de mercados externos grafiquen la verdadera potencialidad de nuestros productores.