En este mi lindo Ecuador se han dado y se darán cosas increíbles. Después de sondear a un sector de la población se toman decisiones revestidas de solemnidades y legalidades que la gran mayoría no respeta. Con el argumento de favorecer al sector turístico se crean los famosos “puentes vacacionales” ¿Cómo se lo logra? Vía decreto ejecutivo se recupera un día, para crear el recreo en otro.

Se dan dos fenómenos, según la óptica con que se lo mire:
a) Generalmente un gran porcentaje del sector público no acata la orden gubernamental para realizar trabajos fuera de lo establecido por el Código Laboral, el “sistema” anquilosa, al burócrata lo hiberna; es como si se programara con un software incapaz de generar. El viernes exactamente termina su jornada laboral, de allí hasta el lunes; la rutina del fin de semana no se la cambia nadie so pena de enfermarse. Por supuesto que juran que sí laboran, la realidad es distinta, el daño se transmite a las nuevas generaciones, creando un mal inacabable a la sociedad.
b) Las vacaciones de esta naturaleza son imposibles de llevarlas a cabalidad. Si de migraciones se trata no hay dinero que alcance; y si de gozarlas en la permanencia de nuestros hogares, el aburrimiento  causado por el sedentarismo nos volverá irascibles. Las vacaciones se miden por la calidad de tiempo que se les dedique, antes que por la cantidad.
Parte del crecimiento económico y del desarrollo social de los países asiáticos como Japón, Corea, China, se debe a la cultura del trabajo, sin límites; con tal razón  esa población tiene una mejor calidad de vida que les permite brindar a sus proles una educación superior tanto privada como estatal. No esperemos que por gracia divina salgamos de la depresión económica; nada se dará al azar, las utilidades se obtendrán solamente produciendo o devengando el esfuerzo que hace el estado para mantenernos al día con los emolumentos.
No queremos que se piense que estamos en contra de un sector que es de suma importancia para la economía,  especialmente la que atañe a toda la geografía manabita, lo que en este manifiesto exponemos es un sentimiento de frustración que lo palpamos desde siempre. Los gobiernos de turno buscan de alguna manera generar provecho a todos, más el sector público no se compadece con las medidas que las autoridades toman. <