Escenas de caos se vivieron en la noche del viernes en la entrada de la principal morgue de la capital peruana, donde los trabajadores recitaban por megáfonos sus demandas y la gente reclamaba que les dejaran entrar o sacar los cuerpos de sus familiares muertos.
Los trabajadores dicen que apenas pueden sobrevivir con el dinero que ganan y que continuarán con la protesta hasta que las autoridades accedan a incrementarles el sueldo.
La huelga comenzó el jueves, y desde entonces los cuerpos de las víctimas de accidentes de tráfico y de otros tipos de accidentes que requieren un examen post mórtem no han podido ser ingresadas al edificio.