Los detenidos, tres de nacionalidad rumana, uno italiano, dos ecuatorianos, un búlgaro, un rumano y un boliviano, ya han pasado a disposición judicial. Según informó hoy la Policía, los cinco individuos detenidos por un delito de prostitución eran integrantes de una red de carácter internacional que tenía como actividad la introducción en España de mujeres procedentes de Rumania para posteriormente explotarlas sexualmente en clubes de alterne de Madrid. Para ello, utilizaban siempre amenazas e, incluso, la violencia física. Agentes del Grupo VI de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación iniciaron una investigación que ha durado un año y, a través de la cual, se ha podido determinar cómo actuaba este grupo organizado. Las mujeres eran captadas en su localidad de origen, donde dos de los ahora detenidos contactaban con ellas y les ofertaban trabajo en España. Posteriormente, acompañaban a las víctimas hasta el país para alojarlas en un piso del centro de la capital. Una vez aquí, les retiraban los pasaportes y eran informadas de que debían pagar una deuda contraída con estos individuos y que la mejor de hacerla efectiva era trabajar en el ejercicio de la prostitución y entregar los beneficios a los miembros de la organización. La negativa de estas mujeres a las exigencias de estos individuos acarreaba múltiples agresiones físicas, así como amenazas de muerte, tanto a ellas como a las familias de las mismas en su lugar de origen. En alguna ocasión, si no conseguían ganar bastante dinero en los clubes de alterne, los detenidos las trasladaban a la Casa de Campo para que continuaran prostituyéndose. Asimismo, en otras ocasiones, las desplazaban a hoteles donde ya habían concertado una cita previa con algún cliente.