Estas personas, por razones de salud, están imposibilitadas de retirar  personalmente estos valores del Banco del Pacífico,  pues adolecen de graves enfermedades (secuelas de un derrame cerebral en un caso y, en el otro, de una enfermedad catastrófica). Borja transmitió personalmente el compromiso del Gobierno Nacional  de  hacer  justicia y devolver, tras diez años de infructuosa espera, el dinero a sus legítimos dueños. Las dos personas  beneficiarias manifestaron que siempre pensaron que ese dinero lo habían  perdido definitivamente.