Es por eso que el Congreso Nacional, considerando la valía de los que hacemos y estamos inmersos en el mundo del espectáculo, decreta: Artículo 1.- Declárese el día 28 de noviembre de cada año como día del artista ecuatoriano. Según la FENARPE, se reconoce como artistas profesionales a los actores, cantantes, músicos, fonomímicos, animadores, declamadores, artistas de circo, de variedades y de otros espectáculos de entretenimiento y diversión; directores de teatro, directores de orquestas, inclusive sinfónica, coreógrafo, zarzuela, ballet y folklore y todo aquel que recite, interprete o ejecute una obra literaria o artística, amparados en la FENARPE, con derechos y deberes que nos protegen las relaciones de trabajo dentro y fuera del país. Lamentablemente es lírico cuando se habla de los derechos de los artistas, prácticamente somos marginados, no confían en el talento nacional, a pesar de contar con una gran masa de gente que se han dedicado por entero al arte, pero nadie ha reconocido el esfuerzo y el sacrificio del artista nacional. Es incomprensible la actitud de empresarios que, sabiendo de la calidad profesional que hay en Ecuador, les dan prioridad a los artistas foráneos a los que no tenemos nada que envidiar, porque sí estamos preparados para cualquier presentación a nivel nacional o internacional. Hoy, es un día especial para todos los artistas del Ecuador, en particular a los manabitas que orgullosamente contamos con un gran número de excelentes artistas que siempre colaboramos cuando nos solicitan, pero que cuando cobramos contratan a los de otras provincias. Este 28 de noviembre que la Asociación de Artistas Manabitas (ADAM) se constituya en la defensora de los derechos de todos los artistas afiliados y que luche por mantener la unidad de la clase más privilegiada como es la de los artistas, pero al mismo tiempo es la más olvidada tanto por el pueblo y por el gobierno nacional. Viva la clase artística de Manabí.