En una mesa Freddy y Argentina, los progenitores, han colocado una foto del joven y junto a él una imagen de la Virgen de Guadalupe, con la esperanza de que ella le ilumine el camino de regreso a casa. Esa figura es velada todo el día, porque ellos aún están optimistas de que el cuerpo aparecerá.
La vivienda donde vivía Miguel Mero está situada en la calle Juan Isaac Mendoza, entre 23 de Octubre y Jhon F. Kennedy, en Jaramijó.
Con muchas esperanzas
“Soy consciente de que él no aparecerá vivo, pero aspiramos que sigua la búsqueda con la finalidad de encontrar el cuerpo para darle cristiana sepultura en el cementerio de Jaramijó”, dijo entre sollozos Argentina Mero.
Freddy aseguró que tampoco le levantó una capilla ardiente en la sala de su casa porque aún no lo declaran muerto, sino que está desaparecido.
El accidente marítimo, según la denuncia presentada por Edgar Montero Estrada en la Capitanía del Puerto de Manta, ocurrió el 15 de julio, a las 04h00, a 220 millas de la isla San Cristóbal.
Hermógenes Eduardo Reyes, José Luis Murillo Conforme (ambos de la parroquia Santa Marianita de Manta) y Miguel Ángel Mero Mero, de Jaramijó, pescaban en la fibra “Mi Maryeli”, de matrícula B-04-06309, y fueron chocados por el yate turístico “Alole”, de matrícula 741729, capitaneado por Oleg Kobeletryy, de Gibraltar.
Reyes y Murillo fueron rescatados y Mero, de 20 años y primer hijo de 8 de Freddy y Argentina, no apareció. “La búsqueda continuará hasta el jueves, que se cumplen los 8 días que establece el cógido Sar”, dijo Freddy.
Los pescadores de Santa Marianita fueron intervenidos quirúrgicamente el domingo en la clínica Gavilanes de Manta. Ambos tenían fracturas en los brazos y manos. Ese mismo día por la tarde les dieron de alta.
Freddy y Argentina esperan que Reyes y Murillo cuenten lo que sucedió cuando estaban en faena.