El hallazgo se registró en el sitio Los Ángeles de Colón, en Portoviejo, a las 11h30 aproximadamente.
Según vecinos del sector, Yepez vivía solo y se dedicaba a sembrar limones y cacao.
La última vez que lo vieron con vida fue la tarde del sábado, cuando recogió los últimos granos de cacao de su vida.
Como vivía solo, sus vecinos no se habían percatado de que Yépez estaba muerto en su casa.
El hallazgo
"Lo estaba llamando, y como no contestaba  me asomé por la ventana, y fue cuando me me di cuenta que estaba muerto, y avisé a la policía", dijo el testigo.
Moradores del lugar manifestaron que su vecino sufría de asma, y que aparentemente le había dado un infarto.
Hasta el lugar llegaron los miembros de la Policía Nacional y de Criminalística para realizar el levantamiento del cadáver.
Bajo una pertinaz lluvia, los uniformados pidieron ayuda a un vecino del hoy occiso para poder ingresar a la vivienda, pues la puerta de la casa de Yépez estaba cerrada.
Después de varios minutos los uniformados ingresaron.
Según se indicó, Yépez tendría tres días de haber fallecido, por ese motivo su cuerpo estaba en estado de putrefacción. Pese a eso, sus amigos y vecinos no se movían del lugar, pues querían ver por última vez a Yépez.
Se conoció que el hoy occiso era divorciado. Familiares del fallecido llegaron al lugar pero no dieron declaraciones a la prensa.