La falta de urbanidad es un mal en la sociedad. Según el diccionario de la Real Academia Española, la urbanidad significa cortesía, comedimiento, atención y buen modo.
La urbanidad era una materia que se impartía en establecimientos educativos, pero ha sido reemplazada por valores, y los maestros aseguran que también dan a conocer las normas de comportamiento, en las que se inculca la necesidad del buen trato dentro y fuera del establecimiento.
Berta Vélez, directora de la escuela Vicente Rocafuerte, manifiesta que a los estudiantes se les enseñaba a lavarse las manos antes y después  de comer, y cómo sentarse durante el almuerzo escolar que antes se daba. "Ellos aprenden mejor con la práctica", dijo Vélez.
Aida Villegas, maestra de la escuela Horacio Hidrovo, señaló que la educación en urbanidad es importante no solo para los niños, sino también para los padres, y a ellos se les impartían talleres para que ayudaran a sus hijos.
Son pocas las personas que cumplen las normas de urbanidad, que es bueno enseñar desde la niñez. Se utilizan paredes limpias para escribir mensajes en ocasiones groseros, los peatones y conductores no respetan las normas de tránsito, o la autoridad no señaliza una vía en arreglo.
Educadores consultados coinciden en la necesidad de reeducar en valores, para tener una sociedad más justa, amable y amigable. Y que las buenas costumbres no sean solo un recuerdo.