Los hermanos Delgado Santana, que viven en el barrio El Mirador, dejaron de estudiar porque a sus padres no les alcanzaba el presupuesto familiar para seguir sus estudios en la universidad. Ambos pescan en embarcaciones con el arte de pesca rizo frente a las costas de Crucita, Jaramijó y Manta.
El último hijo de Evelio Vélez, quien vive en la avenida Isidro Ayora, dejó de estudiar porque tampoco le alcanzaba el dinero para seguir sus estudios. Se quedó hasta el segundo año de Auditoría en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
El hijo de Evelio se dedica a la pesca de arte de rizo y espera tener un trabajo estable durante el día para retomar sus estudios en la noche.
Luis Delgado Mero, morador del barrio Honduras, dejó de estudiar porque se casó a los pocos días de graduarse de bachiller en la especialidad de Contabilidad en un colegio de Manta.

Opiniones
La educadora Elvira Arcentales, opinó que la falta de recursos económicos en los hogares y el compromiso matrimonial a corta edad son dos de las múltiples causas para que muchos jóvenes dejen de estudiar una carrera universitaria.
Además aseguró que otra causa para que los jóvenes dejen de estudiar su carrera superior es la falta de apoyo de los padres en la preparación universitaria. “Ya se gradua de bachiller y mira  vos como pagas tus estudios. Muchos no tienen trabajo y prefieren desertar y dedicarse a pescar, que es una fuente laboral en Jaramijó”, indicó la profesional.
Mauricio Peñafiel, Comunicador Social, cree que la deserción estudiantil universitaria bajó los últimos años y muchos padres recapacitaron y prefieren apoyar a sus hijos en vez de enviarlos a pescar. El motivo es que actualmente la pesca artesanal está en crisis por la poca captura de pescado que se coge en cada faena.
Arcentales también coincide con Peñafiel e indica que muchos jóvenes que pescan, los fines de semana estudian en los colegios a distancia.