Luego de un gol tempranero, logrado apenas a los cuatro minutos de juego, los de Kazán, actuales bicampeones rusos, emplearon un planteamiento letal que anuló por completo a su rival sobre el césped de su propio estadio.
Además de la conquista, el volante tricolor se mantuvo en el campo de juego durante los noventa minutos reglamentarios; tiempo en el que fue implacable en ofensiva, y un verdadero perro de cacería en contención.
Con el triunfo el Rubin se ubica en el segundo casillero de la tabla.