Los socios de la cooperativa de Transporte Santa Marianita, de la parroquia rural del mismo nombre, dicen sentirse perseguidos por la Policía y los dirigentes de la cooperativa Intercantonal Manta.
Ayer las unidades de esta cooperativa durante toda la mañana fueron impedidas de trabajar por los efectivos de la Policía de Tránsito, supuestamente porque no tienen permiso de operación para circular y transportar pasajeros.
María Alonso, presidenta de la cooperativa, dijo que ellos no sólo sí tienen el permiso de operación renovado por la Comisión Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre en Quito, sino que desde hace 50 años han prestado el servicio de transporte entre Manta y Santa Marianita.
"Aquí hay muchos intereses de la competencia. Ellos utilizan de alguna manera a los policías de tránsito para que nos hostiguen y de esta forma poder entrar a nuestra plaza de trabajo", dijo Alonzo.
Gonzalo Avilés, jefe de Tránsito, se reunió con ellos y les demandó no circular con pasajeros en los baldes de la camionetas para evitar que sean sancionados. "Estos son para la carga y no personas", les dijo.