En la puerta de ingreso al hotel Hipocampo, Daniel Alonzo, de la Asociación 26 de Julio, ofrece gafas a los pocos turistas que llegan al balneario conocido como “Crucita la Bella”.
Se lamenta porque años atrás vendía 60 dólares diarios. Ahora no pasa los 20.
A pocos metros del hotel Hipocampo, Carlos Santos ofrece ropa de baño a los turistas. “A la semana vendía 300 dólares. Ahora sólo vendo más que 100”, se lamentó.
Tanto Santos como Alonzo aseguran que la poca venta se debe a la baja afluencia de turistas al balneario de la parroquia de Portoviejo.
Esa poca afluencia de visita se verifica en los hoteles y hostales que se ubican en el malecón de Crucita.
Patricia Valencia, administradora del hotel Casa Grande, lo confirma. Ella considera que el bajón de turistas es de un 80 por ciento. En junio y julio del 2009 tenía reservaciones para 100 personas y este año en esos mismos meses no llegan ni a 20.
Betty Carbo, administradora del hotel Hipocampo, asegura que la baja afluencia de turistas se debe al pésimo estado vial, falta de promoción y los anuncios de aguajes.
José Cedeño, dueño de un restaurante, coincide con ella y asevera que el cabildo debe trabajar más en promover Crucita, para que no pierda la calidad de ciudad turística y de mejor playa manabita.
Otros criterios
Elizabeth Delgado opina que “a los turistas les venden maravillas turísticas de Crucita y cuando vienen se van decepcionados por el mal estado de la carretera y la falta de servicios básicos”.
Mientras, Carlos Santos, vendedor de ropa, aduce que otros son los motivos.
“Una de las causas para la baja de afluencia de bañistas en Crucita es la crisis económica que padecen los turistas. También falta promoción”, mencionó.