El territorio virgen de Australia puede convertirse aún en un mayor almacén de dióxido de carbono si es bien gestionado, de acuerdo con un estudio difundido hoy por The Nature Conservancy and Pew Enviroment Group.
De lo contrario, todo ese gas escapará a la atmósfera y el problema del cambio climático se agravará, explicaron los expertos.
La zona boscosa virgen en Australia tiene una superficie de seis millones de kilómetros cuadrados y abarca tres cuartas partes de ese país.