Así lo informó el director nacional Antinarcóticos de la Policía, Joel Loaiza, al presentar los primeros resultados de la operación "Tormenta del Manglar", que concluyó con la incautación de la nave, ubicada en un sector de la provincia costera de Esmeraldas, fronteriza con Colombia.
Loaiza explicó que la investigación continúa en proceso, pero que ya se iniciaron "las pericias correspondientes sobre qué tecnología tenía" la nave, la procedencia de las piezas y su infraestructura, señaló en una entrevista con la cadena pública Ecuador TV.
En ese sentido, subrayó que el submarino tiene una capacidad autónoma con la que podría llegar hasta las costas de México, "sin necesidad de abastecerse de combustible", pues posee "motores a diesel y eléctricos que podrían facilitarle la llegada a cualquier puerto".
Loaiza dijo que se calcula la infraestructura del submarino estaba preparada para transportar una carga de entre 8 y 14 toneladas de droga, con cinco o seis tripulantes a bordo.
Además, explicó que las autoridades estiman que "había 50 personas, por lo menos, cubriendo el área (donde se encontró la nave) en la parte de seguridad y técnicos operando sobre este aparato".
Loaiza se mostró seguro de que, tras la incautación del submarino, los implicados "estarán tratando de cumplir (con el traslado de la droga) porque hay obligaciones a través de la mafia de poner esa carga en el mercado internacional".
Sobre el desarrollo del operativo, el director nacional Antinarcóticos de la Policía detalló que las autoridades ecuatorianas tenían constancia de que las actividades que se daban en el lugar "no eran usuales" y de que "se ingresaba mercadería que no tenía nada que ver con el área".
Adicionalmente, Loaiza precisó que en lo que va de año, las autoridades se han incautado de 10,5 toneladas de droga, "en su mayor parte cocaína que viene del norte", en referencia a que entra al país desde la frontera con Colombia.