Desde China, donde realiza una visita oficial, Fernández defendió de nuevo este lunes el derecho de gays y lesbianas a contraer matrimonio, en respuesta a los redoblados cuestionamientos que en la víspera hicieron sacerdotes de todo el país en contra del proyecto que defiende el oficialismo y que ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados.
El proyecto de ley que permite el matrimonio entre homosexuales podría ser descartado el miércoles por el pleno del Senado y, en su lugar, prosperaría una iniciativa a favor de la unión civil que los gays consideran discriminatoria.
Si el Senado rechaza el matrimonio gay y eventualmente aprueba la unión civil, esta última debe ser tratada por la Cámara de Diputados.
Esta iniciativa reconoce derechos de los que goza el matrimonio, pero prohibe la adopción de menores -que de hecho ya realizan homosexuales solteros- y el uso de mecanismos de fertilización asistida.
Asociaciones de católicos y evangelistas se han pronunciado duramente en contra del matrimonio gay, que también ha sumado rechazos en marchas masivas que tuvieron lugar en distintas ciudades del país.
Fernández dijo que los calificativos que emplea la Iglesia católica para mostrar su rechazo parecen "de la época de las Cruzadas y remiten a los tiempos de la Inquisición", en declaraciones a medios de prensa argentinos que la acompañan en su viaje a China.
En concreto, dijo sentirse preocupada por "expresiones que hablan de un proyecto del demonio". Agregó que la iniciativa que defiende el oficialismo  no obliga a las personas a que se casen con otras del mismo sexo, sino que toma en cuenta una situación de hecho.
El cardenal Jorge Bergoglio dijo que el proyecto es una  movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios.
Nueve parejas homosexuales se han casado hasta ahora en Argentina, habilitadas por jueces. El primer casamiento, protagonizado por dos hombres, tuvo lugar en diciembre de 2009 en la ciudad sureña de Ushuaia. Ambos se convirtieron así en los primeros homosexuales que celebraron una boda en América Latina.
De prosperar esta iniciativa, que supone una reforma del código civil, los matrimonios de gays y lesbianas podrían llegar a adoptar menores, uno de los puntos que más controversia ha generado en la sociedad argentina.
La mandataria consideró inconstitucional el dictamen sobre la unión civil que podría ser aprobada el mismo miércoles, o más adelante, en la cámara alta, donde todavía no está claro cómo se pronunciarán los senadores sobre el casamiento gay.
Aunque el gobierno apoya el proyecto que defienden los homosexuales, no todos los senadores oficialistas le darían su respaldo. En la oposición las opiniones también están divididas.