Ante la escasez de azúcar, los distribuidores en Ambato obligan a los consumidores a comprar otros productos adicionalmente.
En Quito, la situación alarma a pequeños comerciantes, como vendedores de jugos y helados, quienes pasan penurias para adquirir algo de azúcar.
Los mayoristas aseveraron que de los 400 quintales de azúcar que compraban normalmente, ahora solo pueden conseguir cinco a la semana, por lo que deben vender el producto por libras perjudicando a los minoristas.