El objetivo del programa es incorporar, en los próximos tres años, 40.000 nuevos alumnos al sistema educativo ecuatoriano, procedentes de las zonas rurales, fronterizas, urbano marginales, con población indígena y afrodescendiente.
El programa apoyará el desarrollo de planes educativos completos, desde la educación inicial hasta el bachillerato, en 45 zonas seleccionadas según el proceso de desconcentración educativa aprobado por Ecuador.
También ofrece incentivos a la jubilación voluntaria de los profesores "con el objetivo de renovar la plantilla docente", a la que se espera que se acojan unos 1.750 docentes y técnicos, y por otra parte se ofrecerán 1.300 nuevas plazas en las localidades seleccionadas.
Las nuevas plazas serán cubiertas mediante concurso de méritos y se hará seguimiento a los nuevos docentes durante dos años a través de programas de tutorías.
Uno de los principales objetivos es incrementar el ingreso al sistema escolar de niños, niñas y jóvenes pertenecientes a minorías étnicas (afrodescendientes e indígenas), especialmente de los que deben asistir a la educación inicial y al bachillerato.
"Esta inversión permitirá a la República del Ecuador consolidar su estrategia de expansión de la cobertura con calidad hacia las poblaciones más necesitadas y alejadas del país, (...) y seleccionar a los mejores profesores y acompañarlos durante sus primeros años de desempeño profesional", indicó Gustavo Cuadra, jefe del equipo de proyecto.