"Es claro, también, que hay mucha gente (que) no quiere que mejoren las relaciones bilaterales (con Colombia) pero, obviamente, es nuestra obligación seguir investigando" esa denuncia, señaló el gobernante ecuatoriano en declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.

De su lado, Uribe, el jueves, señaló al respecto que "hay personas malintencionadas, probablemente cercanas al DAS", que intentan "afectar el buen nombre del Gobierno y las relaciones internacionales".

El DAS, Departamento Administrativo de Seguridad o agencia central de inteligencia de Colombia, "no ha adelantado ninguna de las actividades que se han denunciado" contra el presidente Correa, aseguró Uribe.

El mandatario ecuatoriano insistió en que, de momento, acepta la versión del DAS, pero señaló que su país investigará la denuncia de supuesto espionaje en su contra y otras autoridades de Ecuador.

Esa denuncia la publicó hace algunos días el diario ecuatoriano El Universo, con base en declaraciones anónimas de supuestos agentes del DAS, quienes habrían revelado que esa entidad instaló una plataforma en Quito para intervenir teléfonos fijos y móviles de autoridades.

"Nosotros hemos dicho, muy claramente, que vamos a aceptar esas explicaciones" de las autoridades colombianas, las mismas que contradicen la publicación de El Universo titulada: "La policía secreta de Colombia interceptó teléfonos del Presidente Correa".

Ecuador rompió su relación diplomática con Colombia el 3 de marzo de 2008, dos días después del bombardeo efectuado por el Ejército colombiano contra un campamento clandestino que la guerrilla de las FARC había instalado en un punto de la selva ecuatoriana, próxima a la divisoria.

En ese ataque, ejecutado sin aviso ni permiso de Ecuador, murieron unas 26 personas, entre ellas el entonces número dos y portavoz internacional de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luis Édgar Devia, alias "Raúl Reyes", un ecuatoriano y cuatro universitarios mexicanos.

Desde el año pasado, ambos gobiernos adelantan un proceso de diálogo directo para intentar recomponer plenamente sus relaciones diplomáticas, que hasta ahora ha logrado la designación de sus respectivos encargados de negocios y agregados militares.