Uruguay, que jugó de visitante en un estadio volcado con la selección de Ghana, se metió por quinta vez en su historia entre los cuatro mejores equipos del Mundial, y el equipo africano no pudo darle esa satisfacción a su continente.
Los 90 minutos reglamentarios y un alargue terminaron 1-1, por lo que se recurrió a penales y Muslera se erigió en figura. Detuvo los lanzamientos de John Mensah y Dominic Adiyiah. Y finalmente, el delantero Sebastián "loco" Abreu cerró la clasificación para Uruguay con un último penal que ejecutó picado, con un toque suave y bombeado al medio.
Los uruguayos jugarán con Holanda el martes.
Sully Muntari abrió el marcador con un remate desde más de 30 metros que pareció sorprender a Muslera cuando se jugaba tiempo de descuento en el primer período, y Diego Forlán empató a los 55 con un medido bombazo de tiro libre que cayó detrás del arquero.
En el último minuto del encuentro, Ghana tuvo un penal a su favor por una mano de Luis Suárez en el área, y Asamoah Gyan estrelló el remate en el travesaño.
Suárez fue expulsado, pero segundos después concluyó el partido.

Celebración en Uruguay
Miles de uruguayos estallaron de júbilo y salieron a las calles para lanzar petardos, gritar, saltar y ondear las banderas nacionales cuando la selección consiguió el pase a las semifinales.
Justo al caer la noche, la habitualmente tranquila Montevideo se convirtió en un hervidero, con decenas de coches circulando por las calles al ritmo de las bocinas de los vehículos que no dejaron de sonar durante muchos minutos.
Las mayores concentraciones de aficionados celestes se dieron en la Plaza Independencia, punto emblemático del centro de la ciudad, donde miles de personas siguieron el encuentro en una pantalla gigante. Durante el partido en la capital uruguaya reinó el silencio.