Ayer un camión que había transitado por la avenida 113 y calle 104 arrancó unos de los cables del sector. “Esto sucede siempre, por eso a cada momento hay apagones”, expresó Patricio Párraga, un comerciante del lugar.
Según datos de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), cada mes son arrancados al menos de cuatro a seis cables. Las causas son diferentes: conexiones clandestinas, cortocircuitos y la más común, camiones que circulan por calles angostas de la ciudad.
Existe una ordenanza que establece que estos carros deben usar las vías alternas de la ciudad y no las centrales. 

A pesar de la normativa el sector más conflictivo es el de Tarqui, ya que por allí circulan vehículos de transporte pesado que van a dejar mercadería, agregó un funcionario del departamento de quejas de la CNEL.
Algo similar ocurrió en la calle 109 y avenida 108, donde un carro sifonero de la Empresa Pública Aguas Manta (EPAM), hizo que se cayeran tres de los cables que llevan energía a cerca de 20 viviendas.
Armando Moreira, habitante del sector, manifestó que los cables están muy bajos, además se han formado los llamados “tallarines” que son los que a cada momento causan cortes eléctricos.
En la CNEL no dieron declaraciones sobre este tema porque el gerente estaba en una reunión.