La Comisaría Provincial de Salud Pública clausuró el sistema de reciclaje de las descargas residuales que genera la ciudadela Antonella, y que se acumulan dentro de las instalaciones de la escuela Batalla de Balsamaragua, ubicada en la parroquia Colorado de Montecristi.
Esto sucedió hace nueve días, tiempo desde el cual existen problemas entre los habitantes de la ciudadela con los padres de familia y directivos del plantel.
Mosquitos, moscas y olores fétidos genera la poza de aguas servidas y los residuos que no han sido tratados durante varios meses.
Edith Mendoza y Enny Delgado, madres de familia del plantel, mencionaron que los habitantes y dirigentes de Antonella nada tienen que exigir en la escuela. Este plantel desde el año pasado pasó a manos de ministerio de Educación.
La fundación Villa Alegre, que lo creó y construyó, ya no existe. Entonces debe respetarse la salud de los 170 alumnos que aquí se educan, manifestaron.
Presión
Ayer los habitantes de Antonella intentaron paralizar las clases en represalia a lo actuado por el comité de padres de familia, porque la tarde del miércoles se demolió con maquinaria pesada uno de los tanques del sistema biodigestor que existe al interior del plantel, y que acumulaba parte de las aguas negras.
Los dirigentes de la ciudadela rechazan la demolición del tanque biodigestor. Ellos anunciaron que seguirán una acción legal contra el director del plantel por haber permitido el perjucio. Ellos dicen que se ha perjudicado con 20 mil dólares al Estado, costo que representó en su tiempo la construcción del tanque, informaron Luiggi Loor y Ángel Sabando, dirigentes de la ciudadela Antonella.