Los vecinos de la ciudadela Antonella se enfrentan por la clausura de un biodigestor, que sirve para tratar las aguas servidas del sector.
Hace nueve días la Comisaría Provincial de Salud clausuró el biodigestor pues las aguas se acumulan en la escuela Batalla de Balsamaragua, donde generan malos olores, mosquitos y moscas. Los residuos no han sido tratados durante meses. Desde entonces los habitantes de la ciudadela se enfrentan con padres de familia y directivos de la escuela. El miércoles una maquinaria pesada demolió uno de los tanques del sistema que acumulaba parte de las aguas servidas. Esto motivó el reclamo de habitantes de Antonella que hoy (jueves) intentaron paralizar las clases. Los habitantes anunciaron que plantearán una demanda contra el director del plantel por el perjuicio que se les causa.