Pilay dijo que la medida obedece a que la estatua elaborada en Cuenca por el escultor Hernán Rodas, ha merecido demasiadas críticas porque supuestamente no tiene parecido con el legendario  manabita.
Justamente, un grupo de ciudadanos, autodenominados Amigos de Alfaro, llegó hasta el pedestal del monumento y colocaron letreros rechazando la escultura de Rodas, ya que aseguran que esta no guarda ningún parecido con Alfaro. Portaban un cuadro donde Alfaro luce como un hombre esbelto y con su uniforme de general del Ejército.
En los letreros se podía leer mensajes de rechazo a la comisión de técnicos que avaló la escultura, y pedían que se lo retire por considerarlo ofensivo.
Nadie lo conoció
El historiador José Arteaga tras observar el monumento e indicó que a él la estatua le parecía que estaba correcta, añadiendo que nadie puede asegurar a ciencia cierta cómo era Alfaro exactamente.