Hace cuatro meses los pacíficos ciudadanos de la parroquia Manuel Quiroga, de cantón Bolívar, empezaron a dejar entrever sus inquietudes por el desastroso estado de la carretera que une con Calceta la cabecera cantonal de no más de 12 kilómetros; empezando también a madurar la idea de una medida de hecho.

Para el efecto se reunieron en asamblea, haciendo cabeza el Presidente de la Junta Parroquial, muy estimado y querido en la parroquia, y resolvieron conceder a las autoridades respectivas 8 días de plazo para ser atendidos en el arreglo de la vía.
Hace tres años el Prefecto Provincial de Manabí estuvo presente en la sesión solemne de independencia política cantonal, y en su alocución de orden felicitó a los quirogueños porque la carretera que tanto exigen ya era una realidad. Como esto no sucedió, los habitantes indignados pensaron que habían sido burlados  y como nadie atendió el pedido procedieron a cerrar la vía.
El Ing. Mariano Zambrano asistió a la parroquia y logró la suspensión de la medida de hecho, ofreciendo una vez más resolver el problema. De esto han pasado cuatro meses y sólo por un día una máquina se ocupó de remover los pequeños espacios donde aún se conservaba el asfalto.
El remedio fue peor que la enfermedad, las cooperativas de transporte y las unidades pesadas del cuerpo de Ingenieros del Ejército, que construye la carretera Quiroga- Pichincha, fueron las encargadas de ir aplastando la tierra removida para poder lograr que sus vehículos puedan transitar. La parroquia Quiroga manifiesta que fue burlada nuevamente y por estas causas piensa retomar la medida de hecho.
La paralización o cierre de la vías conlleva un perjuicio tácito al desarrollo del cantón Bolívar; su territorio rural en el 90 por ciento se encuentra ubicado en las zonas paralizadas.
A poco se inaugurará la carretera a cargo de los militares, pero  mientras no esté reconstruido el tramo Calceta- Quiroga, esa gran obra no tendrá ninguna resonancia a nivel cantonal y nacional. El señor ingeniero Mariano Zambrano debe reconocer la fuerza de la razón que asiste a la parroquia Quiroga y dar cumplimiento a la palabra empeñada.