Durante 285 años que hubo colonia en lo que ahora conocemos como provincia de Manabí, nuestra tierra se llamó provincia de Puerto Viejo.

Antes de que los hispanos llegaran a imponer su conquista  en nuestra geografía, los aborígenes manejaban sus propios nombres y sus propios dialectos. De allí el nombre “Manavi”; palabra que los etnolingüistas han interpretado de diferentes formas, e incluso de una manera regionalista cuando se decía que  Manabí  significaba; tierra sin agua. Pero para testimoniar o argumentar un hecho histórico  es necesario acudir a las fuentes, en el caso del nombre de nuestra provincia existen tres fuentes de carácter etnohistórico, que indican que el nombre de la provincia proviene de una  parcialidad  étnica que hábito en nuestras tierras. Cieza de León, cronista de Indias, en su Crónica del Perú publicada en 1553, cuando describe a la provincia de Puerto Viejo, menciona Manavi como una parcialidad aborigen. El geógrafo holandés Willen Jansz Blaeun, en su atlas geográfico publicado en 1635, se puede observar en uno de los mapas del virreinato de Perú, en el de la real audiencia de Quito, a una parcialidad en la costa de Puerto Viejo con el nombre de Manavi.
La tercera fuente sería la probanza de méritos del capitán Francisco de Orellana, teniente gobernador de Puerto Viejo y pacificador de Guayaquil en 1538. En su testimonio sobre la conquista a Puerto Viejo, declara a una pregunta lo siguiente: “Fue en la tierra brava de los Manabis, (Manavis) en una guazabara con los indios empecinados, cuando perdió un ojo. Una saeta certera de un flechador indio le atravesó la cara, dejando la cuenca vacía que ahora da a su rostro un aspecto extraño y un rictus severo”. Este testimonio fue recogido por el escribano público de Guayaquil, antes de que Orellana partiera en 1541 a descubrir el río Amazonas.
Posteriormente, en 1824, el congreso de la Gran Colombia, presidido por Santander, cambió el nombre de Puerto Viejo, por  el de provincia de Manabí. El por qué ese cambio, debió de estar sustentado por los representantes de la provincia de la época. Sin embargo necesitamos saber la verdad y comprobarla, es por eso que me uno al pedido que hicieron otros intelectuales de Portoviejo, para que el Consejo Provincial de Manabí o la Casa de La Cultura de Manabí, deleguen a los historiadores de la capital para que revisen las actas de la Gran Colombia en 1824, y así sepamos la verdad de los hechos.
Porque por fuente etnohistórica, Manavi es una agrupación aborigen y para la etnolingüística es otro el significado; y ahora en el siglo XXI es  fundamental conocer nuestras raíces, ya que para caminar al futuro es necesario mirar bien el pasado.