Santos, candidato del oficialista Partido de la U, fue elegido presidente de Colombia el domingo con más de 9 millones de votos y venció ampliamente al líder del Partido Verde, Antanas Mockus, que alcanzó 3,58 millones de sufragios.
Pese a que logró la más alta votación con la que ha sido elegido un presidente, se registró una abstención de un 55,5 por ciento, de acuerdo con la Registraduría Nacional.
"Con el triunfo ilegítimo del continuismo, repudiado por la abstención ciudadana, el país ha entrado en un proceso de radicalización de la lucha política, en el que el pueblo será protagonista de primera línea", dijeron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un comunicado.
El grupo rebelde activo más antiguo del hemisferio, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, insistió en sus críticas contra el saliente presidente Álvaro Uribe quien en ocho años en el poder impulsó la más fuerte ofensiva de la historia contra la guerrilla.
La ofensiva, apoyada por Estados Unidos, obligó a las FARC a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas, y permitió reducir los asesinatos, las masacres, los secuestros, los asaltos a pueblos y los ataques contra la infraestructura económica del país.
Una parte de esa estrategia militar, en la que murieron importantes comandantes de la guerrilla y miles de combatientes desertaron debilitando la capacidad bélica de las FARC, fue dirigida por Santos como ministro de Defensa de Uribe.
El presidente electo estuvo al frente de una operación militar en la que murió el líder de las FARC Raúl Reyes en Ecuador y de otras acciones en las que cayeron otros influyentes líderes rebeldes.
También ordenó la Operación Jaque en la que fue rescatada la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 efectivos de las Fuerzas Armadas secuestrados por las FARC.
El grupo rebelde, conformado actualmente por unos 8.000 combatientes, justifica su lucha armada en la pobreza y las profundas diferencias sociales que se registran en este país de más de 44 millones de habitantes.
"Estamos dispuestos a buscar salidas políticas al conflicto, reiterando al mismo tiempo, que nuestra decisión de entregarlo todo por los cambios y los intereses populares, es irreductible", dijeron las FARC en el comunicado.