En un reciente discurso difundido por televisión, el presidente Barack Obama califico de “epidemia”, el incontrolable derrame de petróleo, que continúa destruyendo el medio ambiental en el mar territorial y la costa  Estadounidense en el Golfo de México, tras la explosión y hundimiento de una plataforma de perforación y bombeo del crudo de la British Petroleum, después de inspeccionar el área.
Obama advirtió a la BP: "No se equivoquen: Nosotros vamos a pelear este derrame con todo lo que tengamos por el tiempo que tome." Y sentenció al responsable: "Haremos pagar a BP por el daño que esta compañía ha
causado." enfatizo el presidente. Al día siguiente, la BP anunció la creación de un fondo económico en “miles” de millones de dólares, que servirá de compensación parcial a los daños causados por el “accidente” en EE.UU.
Lo contrario ocurre en Ecuador, donde la Chevron-Texaco estadounidense está dedicada a distorsionar la verdad y desprestigiar a las
autoridades, como al sistema judicial, para forzar la anulación del juicio en su contra que iniciaron hace 17 años en la corte Federal de Nueva York, varias etnias indígenas ecuatorianas, que solicitan “millones” de dólares, en compensación por los daños personales y ambientales que han sufrido.  Por petición de la Chevron, el caso pasó a un tribunal en Ecuador. Ahora, rehúsa aceptar responsabilidad en el derrame “ deliberado” de  petróleo, que ellos hicieron en la tierra y los ríos en el oriente ecuatoriano, cercanos a los pueblos de tribus indígenas, donde la mayoría de sus habitantes han muerto a consecuencia de cáncer y otras enfermedades terminales. Por casualidad, las acciones de Obama en su país, han ridiculizado la acusación de la Chevron, contra el presidente de Ecuador, por supuesta “intromisión” gubernamental, cuando antes Correa visitó e inspeccionó el  oriente ecuatoriano, y mostró a la prensa un puñado de tierra empapada en petróleo que el recogió del suelo y dijo: “Esto es contaminación señores”.   

Theo Rodríguez