La Comisión Ocasional encargada de tratar y elaborar la Ley de Comunicación, hasta sus últimos momentos sigue siendo escenario de una amplia discrepancia, no solamente entre los bandos de gobierno y de oposición, sino también entre los miembros de la oficialista bancada de PAIS.

Es que hasta para los propios gobiernistas apasionados resultó autoritaria la posición de la renunciante presidenta de la Comisión, Betty Carrillo, quien a toda costa ha pretendido que se apruebe un texto que, entre otras cosas, no respeta el acuerdo político suscrito entre las bancadas en diciembre pasado.
Y el mismo presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, manifestó su contrariedad por esto, señalando que es posible que no exista un informe sobre la ley si no se logra rever ciertas posiciones ultras, y que de ser así tocaría a la legislatura proceder a empezar un nuevo proyecto porque quedaría  en cero el trabajo de la Comisión.
Lo que sería mucho mejor, ahora se aprecia ya, en la realidad, las intenciones oficialistas de manejar los medios una vez que por mayoría se han aprobado algunos artículos sancionadores  y de control, como la creación del famoso Consejo de Comunicación del que formarían parte dos delegados del Ejecutivo, contrariando el acuerdo de diciembre que eliminaba su incorporación a la misma.     
Y es posible que se lesione también la disposición de cesar las labores de la Comisión Ocasional, cuya vigencia duraba sólo hasta las 24h00 de ayer sábado, de acogerse el pedido de prórroga por cinco días más que hiciera el nuevo presidente de la Comisión, Mauro Andino, al encargado de la presidencia de la Asamblea, Rolando Panchana, quien parece estar de acuerdo, contrario a lo que decidió Cordero.
De proceder Pachana así, se ratificaría, una vez más, las intenciones de manejo totalitario que las fuerzas abrazadoras del poder están ejerciendo para asirse del control de la comunicación y golpea los derechos inalienables de un periodismo libre, pluralista y democrático.