La Policía Federal brasileña desarticuló hoy una organización criminal que era dirigida desde cárceles de Río de Janeiro y que traficaba armas y drogas procedentes de Paraguay, informaron fuentes oficiales.

Una operación simultánea en las ciudades de Río de Janeiro, Sao Paulo, Petrópolis y Duque de Caxias, permitió la captura de ocho de los 15 acusados de integrar la banda internacional de narcotraficantes y contrabandistas de armas, según la Policía Federal.

Otras cinco personas contra las que fueron dictadas órdenes de prisión ya están detenidos en cárceles de Río de Janeiro y las otras dos fueron declaradas prófugas y al parecer están en Paraguay.

Parte de la operación, denominada "Patente" se hizo en cinco presidios de Río de Janeiro, en donde están los supuestos líderes del grupo y que serían integrantes del llamado "Comando Vermelho" (Comando Rojo), considerada la mayor organización criminal de Brasil, que controla el tráfico de drogas en las principales favelas de esa ciudad.

Según los responsables de la operación, los presos definían todas las acciones de la organización y hasta las coimas que se pagaban a policías de Brasil y Paraguay.

Entre los detenidos en Río de Janeiro figura una abogada, pero la policía no aclaró su papel en la organización, aunque al parecer era la responsable por transmitir las órdenes dictadas desde las cárceles.

Los agentes que participaron en la operación también cumplieron 16 órdenes de allanamiento en locales en los que operarían los narcotraficantes y realizaron inspecciones en los presidios en busca de teléfonos móviles, armas y drogas.

Según el comunicado de la Policía Federal, la organización sería responsable por abastecer de drogas y armas procedentes de Paraguay a diferentes bandas de narcotraficantes que operan en las favelas de Río de Janeiro.

Los policías constataron que los integrantes del grupo hacían con mucha frecuencia viajes periódicos a las ciudades fronterizas de Coronel Sapucai (Brasil) y Capitán Bado (Paraguay).