Sin embargo, esta teoría no es compartida por cientos de manabitas que a diario acuden a estas casas de salud para buscar atención médica u otros servicios.
Y es que un claro ejemplo es lo que sucede en el hospital provincial Verdi Cevallos Balda de Portoviejo, donde las quejas en las diferentes áreas son incesantes.
Historias
Juan Carlos Villamar, quien vive en la ciudadela Pacheco, es uno de los que piensa que la salud pública de Manabí y el país deja mucho que desear. Comentó que es lamentable el trato que brindan algunas enfermeras y médicos. “Aquí a la emergencia uno tiene que venir con sangre o casi muriéndose para que puedan atenderlo con un poco de constancia, porque después esto no sirve para nada”, dijo Villamar, quien además no justifica que a las personas las tengan esperando por horas con sus dolencias, mientras hay enfermeras que pasan conversando o haciendo otras actividades ajenas a la que deberían hacer.
Este ciudadano también comentó que no se puede hablar de una atención de calidad, si aún tiene que comprar las medicinas de su bolsillo porque en la farmacia del hospital no las hay.
Más quejas
Jenifer Morrillo también recuerda malos momentos que ha pasado en los hospitales públicos. Comentó que tiene un hijo de año y medio que sufre de neumonía, al que llevó en días pasados a la emergencia del Verdi Cevallos, pero allí le dijeron que no tenía nada y que lo llevara a la casa. “Soy una persona pobre y a pesar de ello tuve que irme a una clínica porque mi hijo se me ahogaba”, recordó Morrillo, quien ayer esperaba nuevamente ser atendida en los pasillos de la emergencia con su hijo enfermo en sus brazos.
Otro de los problemas que se da en los hospitales es las peripecias que deben pasar las personas para conseguir un turno en la consulta externa. Y es que ante la falta de médicos para atender la creciente demanda de pacientes, muchos consiguen una cita en semanas y hasta meses. Es lo que le sucedió a Bárbara García, quien comentó que tuvo que esperar casi un mes para que un especialista atendiera su problema de vesícula. “Tuve que pedirle a una amiga que trabaja en el hospital que me ayudara, porque si no aún estuviera buscando un turno”, dijo García.
Explicación
Sobre esta realidad, el director del Verdi Cevallos, Julio Gonzales, reconoció que hay mucho que mejorar en la salud pública, pero recordó que en el caso del hospital uno de los problemas es que el espacio físico queda corto para la alta demanda de pacientes.
Gonzales también dijo que falta colaboración de las personas, ya que éstas deberían acudir a los centros de salud cercanos a sus domicilios y así evitar el colapso del hospital.