Según la Comisión, el 55,1 por ciento de los casos de abuso y violación a los derechos humanos ocurridos en el Ecuador, entre 1984 y 2008, corresponden al período del ex Jefe de Estado, quien gobernó entre 1984 y 1988).

No obstante, a través de un remitido, la familia del ex presidente sostiene que los hechos denunciados han sido deformados por odios y revanchismos políticos.

Responde con una carta que el ex mandatario escribió en el 2008 en la que asegura que hay una vieja consigna para perseguirlo, tratándolo de inculpar por actos que no cometió.

Concluye que lo que se busca es enlodar la lucha que, como Presidente de la República, libró contra la subversión, el terrorismo y el crimen organizado.

La semana pasada, el yerno del ex mandatario, Miguel Orellana, a quien también se lo involucra en algunos hechos, rechazó el documento.

“No permitiré, bajo ninguna circunstancia, que algún descalificado aspire notoriedad política en base a escándalos montados y mentiras repetidas a través de muchos años”, aseveró a través de un comunicado.