Posteriormente, en la prefectura de Humberto Guillem Murillo, el 28 de mayo del 2003 se expide otra ordenanza disponiendo que junio sea considerado como el mes del manabitismo, debiendo desarrollarse actividades tendientes a destacar los valores, cualidades y capacidades de los habitantes de esta provincia
Las dos ordenanzas, emanadas del pleno del gobierno provincial, representado por el Consejo Provincial de Manabí, apuntan a motivar – aun más - a los manabitas el cariño a su tierra y a esforzarse por lograr su superación bajo la bandera de la unidad provincial.
Y aquella invocación es oportuna recordarla y reafirmarla en estos días de dura lucha contra las fuerzas negativas que se mantienen para evitar que la provincia surja como una de las redentoras de la economía del país.
Porque uno de sus objetivos es concienciar a sus habitantes de la importancia de laborar unidos, para hacer realidad el anhelado desarrollo que merecen los más de millón y medio de residentes en esta provincia.
Hacer del manabitismo un verdadero sentimiento de hermandad, de una fraternidad que facilite la consecución de los grandes objetivos señalados como son, entre otros, la seguridad, la salud, la vialidad, partiendo de las riquezas naturales que encierran su mar, sus montañas y feraces campos, al igual que su patrimonio histórico-cultural.
Al inicio del mes del manabitismo invocamos a seguir los pasos de la razón y de la cordura para hacer mucho más valido aquel estribillo que se esgrime con frecuencia de “Manabí uno, manabitas todos”.