También la Comisión de Sanidad del Parlamento quiere indagar si se han producido "posibles errores sanitarios" y el Ministerio de Salud ha enviado inspectores al hospital de Foggia, informaron fuentes del departamento.
Giorgia Mavilia nació el pasado 16 de diciembre por una cesárea programada y fue trasladada con problemas respiratorios al departamento de terapia, donde murió dos días después.
En la cuna de al lado estaba Samuele Volpe, también nacido por cesárea y fallecido el 24 de diciembre.
Se espera los resultados de la autopsia, a pesar de que el director del hospital Riuniti, Deni Aldo Procaccini, ha explicado que la muerte de los bebés se debió a "patologías independientes, sin correlación entre ellas. Sólo son una casualidad temporal".
Según el director, uno de los bebés murió por enterocolitis necrotizante o lesión tipo necrosis de las paredes intestinales que podría haberle causado una infección, mientras que el otro pudo fallecer de hipertensión pulmonar.
Sin embargo, otras voces apuntan a que los niños pudieron morir de septicemia.
También el hospital ha decidido abrir una investigación interna, mientras el opositor Partido Demócrata (PD) ha pedido que se cree una estructura independiente que esté por encima de las partes y actúe como garante del sistema sanitario