Un intenso dolor de cabeza y ardor en la garganta obligaron a que Matilde Cacuango acudiera a un médico privado. Ella tiene 40 años y 17 de estar afiliada al IESS.
Hace dos meses, cuando se presentaron las molestias, quiso ingresar a un dispensario del Seguro Social, pero le dijeron que no podía porque su patrono no pagaba las obligaciones desde 2005.
Ella labora en una pequeña fábrica de textiles que tiene dos empleados. El otro trabajador es Miguel Pushitagua. Los dos acudieron ayer al edificio matriz del IESS (norte de Quito), para ver qué pasaba con sus beneficios.
La quiteña recuerda que hace un mes conversaron con el jefe. Allí le recomendaron que se acoja a los beneficios que los empleadores recibieron para pagar los retrasos. “Le dijimos que se acoja a esto, que arregle nuestra situación, pero solo nos decía: ‘ya voy, ya voy’. Ya nos cansamos y vamos a denunciar”, señaló Cacuango.
Hasta el mediodía de ayer, 70 trabajadores se acercaron al departamento de Control Patronal del IESS. La idea era verificar si sus jefes arreglaron los retrasos.
Hasta el 31 de diciembre, los patronos tenían plazo para arreglar las deudas. Pero ayer se conoció que solo 400 de 16 000 empresas que deben al IESS más de USD 10 000 llegaron a acuerdos.
En unos casos pagaron todo y en otros se otorgaron plazos de hasta tres años y no se cobró el recargo del 4%. “Hemos tenido acogida, pero no como esperábamos”, señaló el presidente del Consejo Directivo, Ramiro González, en los últimos días de 2009.
La iniciativa de purga de mora nació en el denominado Congresillo. Allí se aprobó una reforma a la Ley de Seguridad Social y se establecieron beneficios en favor de los empresarios. Betty Amores lideró este debate como presidenta de la Comisión de lo Laboral y Seguridad Social. Ahora, la legisladora se lamenta que no todos se hayan acogido al beneficio.
Para los patronos que no pagaron las obligaciones, desde ayer se eliminaron los descuentos.
Técnicos del IESS explicaron que si quieren cubrir las deudas deberán cancelar todo lo adeudado, sin el 4% de rebaja y sin plazos. Caso contrario el Seguro Social iniciará los juicios coactivos.
“Es el colmo, no pueden hacernos esto”, señaló Darío Chamba. Él trabajó ocho años en una imprenta. En ese tiempo, al mes le descontaban USD 18 para el IESS, pero se enteró que nunca estuvo asegurado. “Yo vine a ver si hasta diciembre había arreglado este prolema, pero nada”.
A Matilde Cacuango también le descuentan USD 18 para el Seguro, pero hay un retraso de cinco años. “Por favor solo pido que me arreglen y me den lo mío...”.
El ex representante de los empresarios ante el Consejo Directivo del IESS, Manuel Vivanco, indicó que hay un vacío legal que impide a los patronos, por ejemplo, pagar con bienes los retrasos.
“Eso no se estipula en ninguna parte de las normas, pero debería haber. Esto mejoraría la recaudación en favor del afiliado”, dijo.
Teresa Factos fue una de las empleadoras que ayer llegó para buscar solución a la deuda desde 2008. “Yo tenía afiliado a mi hijito que usaba un carro. Luego se fue, pero no puse el aviso de salida y dice que debo USD 700”.
El presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio, Blasco Peñaherrera, sostuvo que la mayoría de morosos es patrono con uno o dos trabajadores y hasta amas de casa. Según el empresario, el año pasado accedieron a la lista de morosos que elaboró el IESS y allí “se estableció que solo 140 de sus 2 000 socios, en Quito, tienen mora”.