Entre los temas abordados estuvieron la localización del proyecto, las plantas desalinizadoras de agua y el impacto ambiental que se prevé controlar desde un principio. Proaño habló, por ejemplo, sobre la necesidad de enterrar las tuberías hasta donde se ubicarán las facilidades marítimas portuarias para el funcionamiento. Se indicó que la construcción de la Refinería del Pacífico será en una zona alejada al bosque de Pacoche.
Varios predios que se usarán ya fueron catastrados por los municipios de Manta y Montecristi, pero aún existe un importante número de hectáreas que no están legalizadas, detalló Proaño.
Por estos motivos hizo hincapié en que se trabaja intensamente para legalizarlas y adquirirlas en el menor tiempo posible en base a los valores determinados por las alcaldías. Los alcaldes y el prefecto propusieron una serie de recomendaciones que fueron receptadas por el gerente.
El espacio que se requiere para ubicar RDP es de tres mil hectáreas, de las cuales dos mil quinientas son para una zona de amortiguamiento y quinientas para el complejo.
Sobre la perforación de los cinco pozos de agua que la Refinería del Pacífico ha ofrecido construir, en una primera fase, en parte de la zona de influencia del proyecto (Río Aserrín, Río Grande, Galería de Pozos, Hacienda La Clemencia), se ha llevado a cabo el proceso para ejecutar las obras: Plan de Manejo Ambiental; verificación de las coordenadas, obtención de los permisos de paso por parte de la comunidad; y obtención de fichas ambientales otorgadas por el Ministerio de Ambiente.