La Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), María del Pilar Cornejo, informó este jueves sobre las acciones realizadas por las Unidades Provinciales en la franja costera, a propósito de la presencia de continuos oleajes, e instó a la ciudadanía que acude a los balnearios a tomar precauciones para evitar percances.

Para dichos trabajos, el Gobierno a través de esta Secretaría de Estado, invirtió $20 millones en su fase inicial, y se realiza la gestión para que el Ministerio de Finanzas entregue $70 millones a los cabildos que integran la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME), para obras complementarias y soluciones definitivas.

Cornejo explicó que la SNGR trabaja en tres diferentes escalas de tiempo:

Respuesta inmediata: Es decir, evaluar el sector afectado y adoptar soluciones urgentes.

Mediano plazo: Se firmó la semana anterior un convenio para desarrollar más de 96 obras emergentes en las 12 provincias afectadas: 7 de la Costa y 5 de la Sierra. De estas, de 10 a 15 se ejecutarán en el filo costero.

Largo plazo: La Secretaría suscribió un convenio con el Centro de Agua y Desarrollo Sustentable (CADES) de la ESPOL, para que realice estudios específicos e implementar soluciones definitivas.

Sobre este punto, el director del CADES, David Matamoros, explicó que su labor consiste en realizar un diagnóstico de riesgo costero, desde Esmeraldas hasta Santa Elena, el cual se enfocará en 11 sitios vulnerables a los oleajes; y estudiar los problemas oceanográficos en Jambelí, para buscar la solución definitiva.

En el caso de Jambelí, se desarrollará un trabajo de campo hasta finales de enero, para tener una caracterización de los fenómenos oceanográficos en la zona. Posteriormente, el CADES presentará a la Secretaría dos alternativas de diseño de las posibles soluciones al problema.

Se prevé culminar estos trabajos dentro de seis meses.

Finalmente, la funcionaria explicó que los aguajes son normales y suceden cada 15 días por el efecto lunar de las mareas. “Lo que sucede es que a estos aguajes se suman oleajes fuertes, provenientes del norte, que se generan regularmente después de febrero, pero por los cambios del océano Pacífico se han adelantando y producen erosiones en la franja costera”.

Fuente: El Telégrafo