Al menos ese fue el deseo y la consigna que manifestaron estudiantes, empleados y profesores de la comunidad universitaria después de los actos violentos que impulsaron los simpatizantes del FRIU y la FEUE en oposición al nuevo estatuto planteado por el Consejo Universitario.

Pero en esta ocasión, la idea de liberar a la UCE de movimientos políticos parece ir en serio.

“Esto va a ser un momento de cambio. Sabemos que habido una larga historia de violencia en la universidad, pero este será el último acto de violencia que soportaremos”, sostuvo Napoleón Santos, secretario ejecutivo del Movimiento Nueva Universidad, conformado por estudiantes, empleados y profesores.

Mientras ayer se realizaban las evaluaciones económicas de las agresiones a las instalaciones, que según Jorge Arroba, vicerrector académico de la Universidad Central, ascenderían a 500 mil dólares, las autoridades y cuerpo docente como trabajadores y representantes estudiantiles tomaban decisiones.

La primera propuesta conjunta a la que llegaron fue la realización de una marcha ‘Por la Dignidad y la Paz de la Universidad Central’ convocada para hoy y que  partirá desde la Facultad de Odontología a las 08:30.
Una segunda medida implica convocar a asamblea extraordinaria de Consejo Universitario para continuar con la aprobación del estatuto, que según, Arroba va porque va.

Para la comunidad universitaria no es coincidencia que justo el martes se haya dado la turba. Las voces apuntan a que la reunión era clave, debido a que ese día se iba a tratar, en primer debate, el nuevo estatuto (se necesitan dos para aprobarlo).

El problema es que existen puntos que le restarían poder político al FRIU y a la FEUE, ambos vinculados con el Movimiento Popular Democrático (MPD). Estos son: el cambio de administración y gestión de los colegios anexos a la UCE (Odilo Aguilar y Manuel María Sánchez) a favor del rectorado de la universidad.

Por el momento la designación de los directores y su administración está en manos del decano de la Facultad de Filosofía.

Ellos se oponen porque tener el control de esos colegios les garantiza la fuerza estudiantil, entre comillas, que le respalda. Usan a los niños como escudo”, sentenció Hernán Prado, director de Bienestar Universitario.

Otro punto de controversia tiene que ver con la aplicación de la ‘universalidad’ en las elecciones universitarias.

“Para que las elecciones ya no sean amarradas a partir de las juntas de facultad, porque así es como siempre han maniatado los procesos y han logrado permanecer 19 años en la administración universitaria y cerca de 30 años en el mando”, añadió Prado.

Los cambios propuestos para la conformación del Tribunal Electoral de la institución también es el meollo del enfrentamiento.

“La propuesta es que la FEUE no tenga mayoría como sucede en la actualidad”, aclaró Prado.

Por estas razones es que Fernando Morales, dirigente estudiantil independiente, se atrevió a decir: “el punto de quiebre es que ya no están en el poder... ya no pueden robar... ya no tiene la dirección de la universidad”.